Tal vez una de las situaciones más complicadas para definir en el trabajo de la crónica, es saber o sentir o tener el instinto de saber cual de los hechos cotidianos, en un momento dado tenga una trascendencia hacia el futuro, o simplemente tener la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento correcto y el tiempo correcto.
Considero que está situación se dio el día 22 de octubre en las oficinas del Presidente Municipal en Amecameca, me permito narrar la situación:
Sería medio día, cuando buscando ver al propio edil del municipio, note la llegada de una persona que es integrante de una familia reconocida y estimada de la ciudad, la amiga Patricia Eli Unna Ramos, acompañada de su hermano, que por cierto hace mucho tiempo no veía.
Note su cara descompuesta, su condición alterada, pero sobre todo contrario a la actitud de esta familia, que se ha caracterizado por su buen humor, malhumorada, tanto así que casi pasa de largo sin reconocerme.
La detuve para saludarla, ella correspondió con esfuerzo y al yo tratar de platicar con ella, note que no despegaba la vista de la puerta que da acceso a la oficina del Presidente Municipal.
No dude en preguntarle, si en algo la podía ayudar, con esto por fin logre atraer su atención hacia mi persona, logrando con esto que me la razón de su molestia
No entendí en ese momento bien el problema, sin embargo, poco a poco, me explico al mismo tiempo que el aire regresaba a sus pulmones, me dijo que su abuelo; que era el único héroe reconocido del municipio y que además una de las calles principales de la cabecera municipal lleva su nombre, estaba siendo su imagen maltratada, realmente me descontrolo esto, por que si bien es cierto que conozco en cierta forma la historia del personaje que me mencionaba, en ese momento no recordé a que imagen se refería, hasta que por fin haciendo un notorio esfuerzo ella me explico que la estatua de su abuelo el Coronel Silvestre López, se estaba desmoronando por falta de mantenimiento, así como la placa conmemorativa de la misma, no tenia tornillos suficientes para asegurar su integridad, juro que en ese momento, no recordé donde estaba la estatua que ella mencionaba, pero de todas formas le ofrecí mi ayuda.
En ese momento se abrió la puerta de la oficina y ella junto con su hermano, tras un gesto que interprete de despedida, penetro a la oficina del Presidente Municipal.
Una vez que la pareja de hermanos desapareció de mi vista, me permití con la confianza que inspira la secretaria particular del Presidente, la estimada Maestra Alicia, comentarle que ojala pudiéramos ayudarles.
De regreso a mi oficina, recordé al cruzar el parque municipal, el lugar donde se ubica la estatua mencionada y me metí sin ningún problema hasta la mitad del pequeño jardín que le da albergue y no dejo de sorprenderme, que efectivamente la placa solo estaba sostenida por uno de los tornillos y la gravedad.
Me molesto pensar que independientemente del personaje que representa dicho obelisco. el descuido en su mantenimiento era manifiesto, pero no de unos días, sino se ve el abandono de meses y no exagero al decir años.
No pude evitar en cierto modo sentirme avergonzado, pues hay ocasiones que cruzo ese parque cuatro o cinco veces al día y deje de ver por la costumbre la imagen del monolito.
Pensaba en la entrevista que tengo pendiente con el señor Presidente Municipal, mencionar este hecho, pero mi sorpresa fue grande al recibir el día de hoy 22 de octubre un oficio en donde se instruía en dar información precisa a la Directora de Educación del municipio, sobre la vida y actos del Coronel Silvestre López.
Si la actitud de respuesta fue inmediata, cosa que me agrado, entonces yo también tenia que hacer un espacio para cumplir esa orden en forma expeditiva y aquí empezó mi problema, pues si bien sabía que era un héroe por evitar que algunos jóvenes fueran reclutados con el cruel sistema que el gobierno usaba en épocas de la revolución mexicana, acto que le costo la vida, cuando en la forma mas cobarde lo acribillaron los presuntos representantes del gobierno de aquella época.
Pero, ¿qué mas sabia yo? me sentí apenado, pues cierto, algo sabía, pero definitivamente no lo suficiente para dar esta información solicitada y mucho menos para darla en forma profesional y adecuada a la orden recibida.
El camino mas sencillo fue retrasar mis compromisos adquiridos para esa tarde e ir a visitar a Patricia en su domicilio.
La tarde era fría, cuando toque el timbre un una de las casas ubicada en la calle, que precisamente se llama Coronel Silvestre López, la respuesta fue rápida, la puerta se abrió y el hermano de la bisnieta del Coronel, me saludo y en forma amable me ofreció pasar, sin preguntar cual era el objeto de mis visita, acto seguido le hablo a su hermana.
Eli venia del fondo del patio y respire tranquilo, nuevamente vi la imagen de mi amiga, su buen humor era manifiesto.
Pase a la sala y me dio un enorme gusto saludar a mi amiga Cecilia, mamá de Eli, ha quien le ha tocado padece molestias en las rodillas, pero en verdad me sentí muy bien cuando note que le dio gusto mi presencia, no puedo omitir que esa alegría, que creo ambos sentimos, cuando se ve a una persona con la que se ha convivido toda la vida.
La platica con Cecy fue muy breve, trate de darle unos de mis clásicos remedios caseros y aún que estoy seguro no me creyó, me manifestó un agradecimiento como si efectivamente la hubiera dado la mejor receta del mundo, no cabe duda que es una gran persona.
Pero Eli no es muy paciente que digamos, así que me despedí con gran cariño de Cecy que se retiraba y me enfoque a platicar del Coronel Silvestre López con su bisnieta.
He tenido a veces problemas para que las personas me comenten, aquí a mi pregunta inicial de en que fecha había nacido el Coronel, la cual me fue contestada rápidamente, pero también con una lluvia de palabras, que juro, no entendía por la pasión ¿y por qué no decirlo? cierto coraje y frustración manifiesta, pero mi idea no era hacer una bibliografía de bolsillo que si bien cumpliera el mandato recibido, también es cierto que sería una mas de esas que solo se leen cuando la piden en una tarea escolar.
Trate de hablar, fue difícil hasta que en un momento que mi amiga respiro, le dije que quería hablar del personaje, pero integro, desde niño, como fue su niñez, como..Ella me interrumpió en cuanto recupero la respiración y se levanto de la mesa en donde estábamos y en breves segundos me mostro un gran fajo de documentos, juro que me espanto, sentirme como el clásico cronista de lentes de grueso cristal, bifocales y sostenidos a la mitad de la nariz y espalda jorobada. Pero mas miedo me dio, que ella me viera así.
Por lo que tome valor y mirándola a los ojos, la hable con toda sinceridad, le dije que no quería documentos comprobatorios, que por cierto son muchos y por si mismos de gran valor histórico, pero eso lo narraremos mas adelante, sino que quería entender la razón por la cual un hombre entrega su vida por salvar de una posible muerte a seres que posiblemente ni siquiera su nombre conocía, ella no me entendió ese concepto en forma inicial y en forma insistente, me mencionaba uno de los tantos hechos notables de su bisabuelo, volví a interrumpir ese rio de pasión que de ella brotaba y le pregunte del niño, si del Coronel siendo niño, la mirada de ella se endureció un poco, pese a que note el esfuerzo que hizo por contenerse, pero eso me dio tiempo de explicarle, que una persona como él, tenia que ser un símbolo de identidad en el amor y cariño a nuestra patria chica, aún no estaba muy de acuerdo, pero ante mi insistencia de que no peleara conmigo, sino que me platicara cosas que fueran la explicación de por que se fue formando una persona excepcional, y así poder narrarlas para que principalmente a la niñez y juventud le sirviera de ejemplo.
Por fin nos pusimos de acuerdo, me narro brevemente algunos pasajes, la verdad no quise ahondar mas en ese momento, pero definitivamente en esos momentos, realmente abrió la puerta a hechos desconocidos por mi y aseguro que por la gran mayoría de los amecamequenses.
Pero no quiero adelantar lo que amerita una o varias crónicas sobre el Coronel, solo quise mostrar en esta crónica, la honestidad de una familia por defender la memoria de un héroe, el derecho que nace de la pasión de sentirse parte de una familia que fue heroica y leal a sus principios, estos hechos, la entrega a la memoria del Coronel Silvestre López, su bisabuelo, su héroe, su ejemplo a seguir, merece que escriba mil crónicas de Patricia Eli Unna Ramos y si es necesario lo hare, pues independientemente del gran héroe, también tenemos que reconocer que entre nosotros, cuando la gente siente el orgullo, siente la fuerza para defender en lo que cree, entonces Amecameca recuperá lo mas valioso que sus hijos le pueden dar, se llama Identidad Municipal.
Gracias Cecilia, Gracias Patricia, me dieron un ejemplo, y les aseguro que las crónicas que sean necesarias para que la gentes de Amecameca conozcan a su honorable ascendiente, las hare, pero hoy, ustedes me dieron una gran lección.
Tal vez una de las situaciones más complicadas para definir en el trabajo de la crónica, es saber o sentir o tener el instinto de saber cual de los hechos cotidianos, en un momento dado tenga una trascendencia hacia el futuro, o simplemente tener la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento correcto y el tiempo correcto.
Considero que está situación se dio el día 22 de octubre en las oficinas del Presidente Municipal en Amecameca, me permito narrar la situación:
Sería medio día, cuando buscando ver al propio edil del municipio, note la llegada de una persona que es integrante de una familia reconocida y estimada de la ciudad, la amiga Patricia Eli Unna Ramos, acompañada de su hermano, que por cierto hace mucho tiempo no veía.
Note su cara descompuesta, su condición alterada, pero sobre todo contrario a la actitud de esta familia, que se ha caracterizado por su buen humor, malhumorada, tanto así que casi pasa de largo sin reconocerme.
La detuve para saludarla, ella correspondió con esfuerzo y al yo tratar de platicar con ella, note que no despegaba la vista de la puerta que da acceso a la oficina del Presidente Municipal.
No dude en preguntarle, si en algo la podía ayudar, con esto por fin logre atraer su atención hacia mi persona, logrando con esto que me la razón de su molestia
No entendí en ese momento bien el problema, sin embargo, poco a poco, me explico al mismo tiempo que el aire regresaba a sus pulmones, me dijo que su abuelo; que era el único héroe reconocido del municipio y que además una de las calles principales de la cabecera municipal lleva su nombre, estaba siendo su imagen maltratada, realmente me descontrolo esto, por que si bien es cierto que conozco en cierta forma la historia del personaje que me mencionaba, en ese momento no recordé a que imagen se refería, hasta que por fin haciendo un notorio esfuerzo ella me explico que la estatua de su abuelo el Coronel Silvestre López, se estaba desmoronando por falta de mantenimiento, así como la placa conmemorativa de la misma, no tenia tornillos suficientes para asegurar su integridad, juro que en ese momento, no recordé donde estaba la estatua que ella mencionaba , pero de todas formas le ofrecí mi ayuda.
En ese momento se abrió la puerta de la oficina y ella junto con su hermano, tras un gesto que interprete de despedida, penetro a la oficina del Presidente Municipal.
Una vez que la pareja de hermanos desapareció de mi vista, me permití con la confianza que inspira la secretaria particular del Presidente, la estimada Maestra Alicia, comentarle que ojala pudiéramos ayudarles.
De regreso a mi oficina, recordé al cruzar el parque municipal, el lugar donde se ubica la estatua mencionada y me metí sin ningún problema hasta la mitad del pequeño jardín que le da albergue y no dejo de sorprenderme, que efectivamente la placa solo estaba sostenida por uno de los tornillos y la gravedad.
Me molesto pensar que independientemente del personaje que representa dicho obelisco. el descuido en su mantenimiento era manifiesto, pero no de unos días, sino se ve el abandono de meses y no exagero al decir años.
No pude evitar en cierto modo sentirme avergonzado, pues hay ocasiones que cruzo ese parque cuatro o cinco veces al día y deje de ver por la costumbre la imagen del monolito.
Pensaba en la entrevista que tengo pendiente con el señor Presidente Municipal, mencionar este hecho, pero mi sorpresa fue grande al recibir el día de hoy 22 de octubre un oficio en donde se instruía en dar información precisa a la Directora de Educación del municipio, sobre la vida y actos del Coronel Silvestre López.
Si la actitud de respuesta fue inmediata, cosa que me agrado, entonces yo también tenia que hacer un espacio para cumplir esa orden en forma expeditiva y aquí empezó mi problema, pues si bien sabía que era un héroe por evitar que algunos jóvenes fueran reclutados con el cruel sistema que el gobierno usaba en épocas de la revolución mexicana, acto que le costo la vida, cuando en la forma mas cobarde lo acribillaron los presuntos representantes del gobierno de aquella época.
Pero, ¿qué mas sabia yo? me sentí apenado, pues cierto, algo sabía, pero definitivamente no lo suficiente para dar esta información solicitada y mucho menos para darla en forma profesional y adecuada a la orden recibida.
El camino mas sencillo fue retrasar mis compromisos adquiridos para esa tarde e ir a visitar a Patricia en su domicilio.
La tarde era fría, cuando toque el timbre un una de las casas ubicada en la calle, que precisamente se llama Coronel Silvestre López, la respuesta fue rápida, la puerta se abrió y el hermano de la bisnieta del Coronel, me saludo y en forma amable me ofreció pasar, sin preguntar cual era el objeto de mis visita, acto seguido le hablo a su hermana.
Eli venia del fondo del patio y respire tranquilo, nuevamente vi la imagen de mi amiga, su buen humor era manifiesto.
Pase a la sala y me dio un enorme gusto saludar a mi amiga Cecilia, mamá de Eli, ha quien le ha tocado padece molestias en las rodillas, pero en verdad me sentí muy bien cuando note que le dio gusto mi presencia, no puedo omitir que esa alegría, que creo ambos sentimos, cuando se ve a una persona con la que se ha convivido toda la vida.
La platica con Cecy fue muy breve, trate de darle unos de mis clásicos remedios caseros y aún que estoy seguro no me creyó, me manifestó un agradecimiento como si efectivamente la hubiera dado la mejor receta del mundo, no cabe duda que es una gran persona.
Pero Eli no es muy paciente que digamos, así que me despedí con gran cariño de Cecy que se retiraba y me enfoque a platicar del Coronel Silvestre López con su bisnieta.
He tenido a veces problemas para que las personas me comenten, aquí a mi pregunta inicial de en que fecha había nacido el Coronel, la cual me fue contestada rápidamente, pero también con una lluvia de palabras, que juro, no entendía por la pasión ¿y por qué no decirlo? cierto coraje y frustración manifiesta, pero mi idea no era hacer una bibliografía de bolsillo que si bien cumpliera el mandato recibido, también es cierto que sería una mas de esas que solo se leen cuando la piden en una tarea escolar.
Trate de hablar, fue difícil hasta que en un momento que mi amiga respiro, le dije que quería hablar del personaje, pero integro, desde niño, como fue su niñez, como..Ella me interrumpió en cuanto recupero la respiración y se levanto de la mesa en donde estábamos y en breves segundos me mostro un gran fajo de documentos, juro que me espanto, sentirme como el clásico cronista de lentes de grueso cristal, bifocales y sostenidos a la mitad de la nariz y espalda jorobada. Pero mas miedo me dio, que ella me viera así.
Por lo que tome valor y mirándola a los ojos, la hable con toda sinceridad, le dije que no quería documentos comprobatorios, que por cierto son muchos y por si mismos de gran valor histórico, pero eso lo narraremos mas adelante, sino que quería entender la razón por la cual un hombre entrega su vida por salvar de una posible muerte a seres que posiblemente ni siquiera su nombre conocía, ella no me entendió ese concepto en forma inicial y en forma insistente, me mencionaba uno de los tantos hechos notables de su bisabuelo, volví a interrumpir ese rio de pasión que de ella brotaba y le pregunte del niño, si del Coronel siendo niño, la mirada de ella se endureció un poco, pese a que note el esfuerzo que hizo por contenerse, pero eso me dio tiempo de explicarle, que una persona como él, tenia que ser un símbolo de identidad en el amor y cariño a nuestra patria chica, aún no estaba muy de acuerdo, pero ante mi insistencia de que no peleara conmigo, sino que me platicara cosas que fueran la explicación de por que se fue formando una persona excepcional, y así poder narrarlas para que principalmente a la niñez y juventud le sirviera de ejemplo.
Por fin nos pusimos de acuerdo, me narro brevemente algunos pasajes, la verdad no quise ahondar mas en ese momento, pero definitivamente en esos momentos, realmente abrió la puerta a hechos desconocidos por mi y aseguro que por la gran mayoría de los amecamequenses.
Pero no quiero adelantar lo que amerita una o varias crónicas sobre el Coronel, solo quise mostrar en esta crónica, la honestidad de una familia por defender la memoria de un héroe, el derecho que nace de la pasión de sentirse parte de una familia que fue heroica y leal a sus principios, estos hechos, la entrega a la memoria del Coronel Silvestre López, su bisabuelo, su héroe, su ejemplo a seguir, merece que escriba mil crónicas de Patricia Eli Unna Ramos y si es necesario lo hare, pues independientemente del gran héroe, también tenemos que reconocer que entre nosotros, cuando la gente siente el orgullo, siente la fuerza para defender en lo que cree, entonces Amecameca recuperá lo mas valioso que sus hijos le pueden dar, se llama Identidad Municipal .
Gracias Cecilia, Gracias Patricia, me dieron un ejemplo, y les aseguro que las crónicas que sean necesarias para que la gentes de Amecameca conozcan a su honorable ascendiente, las hare, pero hoy, ustedes me dieron una gran lección.