CRONICAS MUNICIPALES AMECAMECA
  INAGURACION DEL EDIFICIO DE LA SECUNDARIA POR COOPERACION NUMERO 9 SOR JUANA INES DE LA CRUZ
 

CRONICA DE LA INAGURACION DEL EDIFICIO DE LA SECUNDARIA POR COOPERACION NUMERO 9

SOR JUANA INES DE LA CRUZ

                En los tiempos actuales, hablar de reproducción humana es natural, se trata en las clases de nivel primaria, se hace objetivo en secundaría y en preparatoria es solo un concepto mas en la formación pre universitaria.

                Pero no es la idea en esta crónica hablar de los tiempos actuales, sino en una época en donde el principio del ser humano, era algo que solo las personas de cierta edad, podían en momentos especiales, pero muy especiales tratar.

                Por lo cual ubiquemos Amecameca, México en la época, el año 1961, año donde ocurrieron hechos sobresalientes, en aquella entonces tranquila ciudad.

                El primero sin duda fue un acontecimiento largamente esperado por la población, era la inauguración del edificio de la escuela Secundaria por cooperación numero 9 Sor Juana Inés de la Cruz.

                La ceremonia de inauguración fue clásica de aquellos tiempos, la presencia del Sr. Gobernador del Estado de México (1957-1963) Don Gustavo Baz Prada  conmocionaba el ámbito local, pues era todo un acontecimiento la presencia del primer mandatario estatal, describir la serie de eventos ocuparía gran parte del espacio, pero mencionare que ese día, la gente vestía sus mejores galas, los hombres con traje oscuro de preferencia,  de anchas y grandes solapas, que permitían en la solapa izquierda lucir desde un clavel, hasta el escudo del partido revolucionario institucional, que era realmente el único partido político actuante, camisa blanca con el cuello largo y almidonado, los pantalones eran anchos y con algo raro  en esta época, la valenciana, que no era otra cosa que un doblez cosido al final del pantalón, nunca entendí realmente su utilidad, pues normalmente se llenaban de polvo, pero bueno era la elegancia masculina. La femenina era vestidos tres cuartos casi sin escote y telas de color pastel, las mangas largas, zapatillas de medio tacón, con algunos adornos que pudieran ser de pedrería, hasta laboriosos diseños artesanales en el cuero del mismo.

                Estas vestimentas, eran las adecuadas para recibir la visita del Gobernador, las personalidades del pueblo, tanto políticas, como sociales, recibían una invitación con días de anticipación, y eran citadas normalmente en el frente de la presidencia municipal. La llegada era espectacular,  un gran carro negro, daba la vuelta en la esquina donde se ubicaba el molino de harina, que le llamaban “la harinera” los notables se arreglaban el pelo y nada raro era ver que discretamente se limpiaban la mano después de ese acto, pues en aquel entonces no se conocían los fijapelos actuales, pues el producto usado era una brillantina de composición de aceite de acacia y algunos secretos ingredientes mas,  conocida comercialmente como “glostora” que recordando, mas que efecto de detener el peinado, pegaba el pelo dejando una masa brillante y pegajosa, que con el calor tanto de la cabeza, como el producido por la exposición al sol, se escurría lentamente por la frente y las sienes, ahora pienso que mi calvicie, nace de la utilización de ese producto.

                El coche se detiene, las personalidades masculinas son las que lo reciben, el presidente municipal, (1961-1963) en aquel entonces Rafael Mora Moreno, en posición casi militar, espera que la portezuela se abra, cosa que sucede rápidamente y aparece el Gobernador, una persona que considero fue no solo un gran mandatario estatal, sino un estadista de visión futurista.

                Sonríe a la multitud reunida, que describiré en la siguiente forma, ubicando la actual bodega aurrera, desde la esquina hasta frente a la presidencia, estaban ubicadas los alumnos de las escuelas municipales, quedando por la jerarquía, los alumnos de la Secundaría casi frente a la misma presidencia, como se comprenderá el transito en el centro estaba cerrado al paso de los vehículos, cosa que realmente no afectaba mucho, pues creo que todos los vehículos del pueblo estaban estacionados en el centro de la ciudad y solo afectaba el paso del transporte publico, cosa que tampoco era grave realmente, pues la línea “flecha roja” tenía una corrida de un autobús cada media hora.

                La gente del pueblo miraba respetuosa el recibimiento, que en ese momento, cumplido el protocolo de autoridad municipal, daba paso al saludo a los notables, y después el Gobernador escoltado por señoritas de la sociedad amecamequense, iniciaba el recorrido hacia el nuevo edifico de la secundaria, pasaba bajo el arco de San Sebastián, La calle de Fray Martín de Valencia que lucia ordenadas vallas humanas, formadas por alumnos de las escuelas primarias, es el camino que lleva al mandatario hacia el acto de inauguración.

                Las jóvenes acompañantes del brazo del Gobernador, lucen radiantes, es una oportunidad única, dan vuelta a la derecha en la actual calle de Coronel Silvestre López, en aquel entonces llamada 5 de febrero esquina con la avenida Fray Martin de valencia. Esquina que lamentablemente perdió una reliquia importante, que era un monumento que marcaba la entrada a la tierra santa del sacromonte, prometo averiguar mas sobre el, a veces actos en nombre de la modernidad, terminan en atrocidad.

                En la puerta de la flamante secundaria;  la recepción de honor;  los mejores alumnos y alumnas en calificaciones reciben, con un ramo de rosas, al gobernador, la cinta roja está extendida, unas tijeras brillan reflejando la luz solar, años de esfuerzos, caminatas buscando alumnos, romper tabús sociales, recuerdos de Lila; Luis; Toña; Silvestre; Coca; recuerdos de la primera generación; recuerdos de Rosa Maria, promotora de la escuela, todo brilla con las tijeras, que al fin cortan el listón, la secundaria por cooperación numero 9 Sor Juana Inés de la Cruz por fin tiene casa propia, gracias gente bella que dio su esfuerzo por esto, que ahora es la culminación de una escuela, que sus primeras clases fueron en un salón prestado por la primaria Antonio Caso, Amecameca tiene ahora una secundaría con historia, resultado de lucha y tenacidad.

                Los discursos se escuchan, el ambiente es alegre, el gobernador sonríe nuevamente, se despide en lo que recibe muestras de afecto, de agradecimiento, el pueblo sabe premiar con cariño a quienes cumple su mandato de servir.

                El coche de negro brillante, parte hacia Toluca, y la escuela en breves meses, cumple entregando la primera generación que recibió esas instalaciones, el camino estaba trazado, la ruta firme y el futuro comprometido hacia un Amecameca mejor.

                La clases dan inicio, el segundo evento esta por iniciar, una mañana de agosto, las 8 de la mañana, las rejas se abren, los alumnos de la secundaría llegan puntuales, menos los clásicos que llegan corriendo y logran entrar en el espacio que la puerta al cerrarse deja antes de tocar sus bastidores de apoyo, pero están dentro, ese día era especial, muy especial, no podían faltar.

                En el salón de tercer año, entra el ultimo estudiante, era Arturo, con su versión especial del uniforme de la escuela, que era color beige, pero la camisola que él portaba era beigue oscuro y el pantalón beigue casi blanco, pero lo que decía el Director, que lo que importaba era que estaba limpio.

                La puerta del salón se cierra, contra lo usual en los alumnos de tercer año de secundaria de la Sor Juana, como los señalaban los alumnos de otras escuelas, el silencio es absoluto, el rechinido del pupitre de Chela rompe un poco este silencio, la puerta nuevamente se abre, entra el señor, si el señor Director de la escuela, el profesor Leonsimo Maya, y detrás de él dos personas ampliamente conocidas en el medio de la comunidad, el doctor Ernesto Gonzalez Anaya y su esposa la doctora Erlinda, la clase de la controversia está por iniciar.

                La voz fuerte del director ordena a los alumnos hombres, trasladarse al salón de química, insisto contra la natural rebeldía de la adolescencia, nadie pero nadie se opone, la orden es obedecida con prontitud y diría que hasta con cierta ansia.

                Las alumnas se quedan en el salón, la doctora cierra la puerta, el recinto se vuelve femenino.

                El doctor inicia  la conferencia en el salón de química, donde solo están los alumnos, alguien dijo que sería por teléfono, por eso de conferencia, pero bien, sus primeras frases fueron para explicar la razón de su presencia, esas frases iníciales casi son ignoradas por los ya ansiosos alumnos, hasta que al fin el doctor dice, la palabra prohibida, si dijo .. ¡sexo!

                Las miradas de los alumnos están fijas, parece que no parpadean, las frases, las manos del doctor son seguidas con avidez, los ejemplos son entendidos, el morbo, la desinformación, los temores, las angustias pero sobre todo el miedo, esta siendo vencido por el medio más efectivo, la comunicación y la explicación con palabras compresibles.

                Suena el timbre que marca el final de la clase de 8 a 9 de la mañana, nadie se mueve, el doctor se disculpa y dice que tomara media hora mas si el director lo permite, las miradas en sincronía perfecta, voltean hacia el director, esas miradas eran de suplica, que se suman silenciosamente a la petición, el director contra su costumbre, sonríe y asiente con la cabeza, la conferencia continua.

                La puerta se abre, el doctor recibe fuertes aplausos, pero segundos después que termino su explicación, pues al decir gracias; el silencio fue impresionante, tal era la concentración del alumnado, después la ráfaga de aplausos, al fin ellos entendían sus deseos, al fin entendían que no eran pecadores y que no irían al infierno por verle las piernas a una muchacha, al fin daban el primer paso para la madurez, al fin..entraban al mundo de los hombres.

                Nadie supo como se entero el señor sacerdote del pueblo, tampoco quien cito a los padres de familia y menos aún quien juraba que la secundaría tenia al diablo adentro, pero las criticas llovieron, las versiones, por desgracia todas en contra, eran terribles, el pueblo se espanto de que los jóvenes supieran que el deseo sexual es normal, que dependía de ellos no hacerlo antes de lo adecuado, que la auto manipulación sexual no los volvía locos ni tendrían hijos fenómenos, sino que era un proceso normal de crecimiento, la gente, la gente no entendía eso.

                Afortunadamente los resultados se vieron en los jóvenes, si esos adolecentes empezaron a ver diferentes a sus compañeras, sin padecerlo, entendían sus molestias menstruales, sabían que las podían besar y no por eso quedaban embarazadas, pero tal vez lo que convenció mas la sociedad fue que los adolecentes se portan con respeto, caballerosidad y sobre todo con conocimiento de los que eran sus amigas, sus novias o simplemente sus conocidas.

                El diablo no vivía en la secundaría, el diablo vivía y vive en la ignorancia, Gracias profesor Leonsimo, gracias por ser valiente y hacer lo no cotidiano, valió la pena, eso se lo aseguro.

 
 
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